miércoles, 24 de julio de 2013

REFLEXIÓN SOBRE LA ENFERMEDAD DE ALZHEIMER (EA)

Alzheimer


Esta sencilla frase del Premio Nobel de Literatura, Gabriel García Márquez, revela una verdad que no siempre es fácil de aceptar como tal. Como seres humanos, nos vemos obligados a cambiar nuestra propia percepción de la vida que siempre nos han hecho creer, de que la muerte sólo acontece cuando físicamente tenemos la ausencia de una persona. Lamentablemente, hay ocasiones en las que esa ausencia llega, aún cuando nuestro ser querido todavía puede comer, beber, caminar y mirarnos con los mismos ojos, aunque ya no sea capaz de reconocernos ni de saber quiénes somos.

Todos, tarde o temprano, llegamos al final del camino, o como otros prefieren llamarlo, nuestra parada, y tenemos que bajarnos del tren de la vida, que continuará corriendo incansable, pero dejándonos atrás.

Continuando con esta metáfora, el Alzheimer es como una carta que llega siempre cuando no te la esperas, cuando menos la quieres recibir. Aunque bien podría tratarse de una llamada de teléfono que ojalá nunca hubieras atendido, o la más desafortunada de las visitas que se presentan en tu puerta sin previo aviso.

Al final es un médico, bata blanca y probablemente cargado de años de experiencia, el mensajero que te da la noticia. ‘Sí, desafortunadamente, usted está en los inicios de esta triste enfermedad llamada Alzheimer. Lo siento.’ Y la noticia cae como un jarro de agua fría sobre quien la recibe, y sobre quienes están a su lado. Todos saben de una manera u otra cuáles son los estragos que va a ir dejando esa víbora insaciable en el cerebro del ser que aman con toda su alma. Y lo peor de todo es que no se puede erradicar. Todavía no existe una cura definitiva, tan sólo terapias, cuidados, y mucho coraje para luchar día tras día contra ese mal. Para arrancarle de sus garras la vida que él nos está empezando a robar a nosotros de manera tan injusta y miserable.

Porque si hay algo claro en todo esto, es que rendirse es la peor de las reacciones, es justo lo que la dichosa enfermedad espera que hagamos. No, vamos a plantarle cara, vamos a demostrarle que los recuerdos son un tesoro al cual no tiene derecho a acceder, ni mucho menos a llevárselos de forma tan gratuita y sí, tan cobarde.

Hay cosas que la ciencia pone a disposición de todo aquel que las necesita para hacer frente a esta lucha sin tregua. Tratamientos no farmacológicos, también conocidos como Terapias Alternativas, cuyo fin consiste primordialmente en intentar ralentizar el proceso que va a seguir esta insidiosa enfermedad. Los hay por supuesto farmacológicos, que un médico tratará y determinará para cada paciente según precise. Pero las terapias alternativas, cada vez más variadas, suponen un medio bastante importante y enriquecido de entrenamiento cognitivo que ayudará a los afectados a retener todo cuanto sea posible sus recuerdos más preciados, su memoria, y lo que es más vital para todos, su propia identidad.
Entre las terapias que ofrecemos en AFA queremos destacar nuestras sesiones de Risoterapia y Wii Terapia, que están teniendo una gran aceptación entre los usuarios de nuestros servicios.

Desde aquí deseamos animar a todas las personas diagnosticadas de Alzheimer, a sus familiares y a sus cuidadores, a que nunca tiren la toalla, porque no están solos. Con ayuda, personas y métodos especializados, esta situación es más fácil llevar. 
Y desde luego, dejar la ventana abierta a la Esperanza de que algún día este mal sea definitivamente vencido y erradicado de la sociedad y de nuestras vidas, para siempre.
 

Alzheimer_Salamanca

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